Y llegó el día, justo antes de que entrase el otoño,cuando el tiempo aún es cálido y Septiembre nos trae esa luz maravillosa a la que acostumbra. El día de la boda de Lorena y Avelino fue intenso, emocionante y espectacular. Pasar con ellos tanto tiempo, desde primera hora de la mañana, y poder ser testigos y acompañarlos en su camino hacia el altar fue para mí un privilegio. Meter la nariz en un día tan importante y rodearme de sus vidas es algo que ocupará un lugar destacado en mis recuerdos. Este es un pequeño resumen de mis visiones, os deseo todo lo mejor del mundo en este nuevo camino que comenzais juntos, de todo corazón.
