Esta sesión es muy especial para mí. Especial porque conozco a Estefanía desde que tenía 4 años y especial porque la suerte se puso de nuestro lado en un día que amenazaba con un 90% de probabilidad de lluvia. Tratándose de Asturias, que la lluvia derive en diluvio universal es altamente probable. Y la magia se hizo.
Contar con una pareja como la que forman Lorena y Avelino para realizar una sesión de fotos es, como poco, un lujo difícil de encontrar. Sé que estas palabras pueden sonar muy recurrentes cuando se habla de una pareja enamorada que te elige para contar una historia, su historia, pero en este caso en concreto es absolutamente cierto. Hay muchas razones por las que afirmo esto con tanta rotundidad, y una de ellas es el simple hecho de la existencia de grandes casualidades entre la vida de esta pareja y la mía propia. Y esa parte hace que la conexión sea mayor aún si cabe, y se cree la atmósfera perfecta para disfrutar de unas horas de sesión y para que los resultados estén cargados de emoción.
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