Y es que no se puede ser más risueña. Esta niña tiene la risa fácil, lo que es una suerte para todas las personas que la rodean. Os presento a Paola.
Coincidí con Paola y con su madre en las fiestas de San Antonio en Cangas de Onís. Sin haber cumplido ni un año y ahí la teneis, toda una muñeca. Es genial poder fotografiar imágenes como esta, los niños son espontáneos y transparentes, y yo considero todo un lujo haber podido hacerle estas fotos a esta preciosidad. Para mí es un premio que esta trilogía decore la cabecera de la cama de su madre. Desde aquí les envío un saludo a las dos, madre e hija, espero verlas pronto y repetir!