Se acerca el Día de la Madre. Madre con mayúscula, porque sólo hay una para cada uno de nosotros y se merece nombrarla a lo grande. Por eso estas dos preciosidades se pusieron de acuerdo conmigo para tener un detalle con la suya. Y es que nada mejor para una madre que tener entre sus manos su mayor tesoro, en este caso por partida doble, una sesión de fotos de sus hijas. Teniendo en cuenta que, además, las dos han volado del nido…esta sesión tendrá un enorme valor. Lo sé, porque tengo una madre que cada día me pide que le envíe alguna foto mía. Incansable, insaciable. Y las fotografías hacen que me sienta un poquitín más cerca.

Raquel y Eva tienen el brillo en los ojos propio de su madre, la sonrisa inabarcable de su padre, y a pesar de ser muy diferentes entre sí, se entienden a la perfección. Complicidad exclusiva de hermanas,  que no dudan en llevar a máximo nivel sobre todo en ocasiones como esta. Es un gustazo poder retratarlas, y espero volver a hacerlo de nuevo más pronto que tarde. Miradas así no se encuentran todos los días! Os dejo con este detallazo de este par de hermanas, un regalo imprescindible e inmejorable para cualquier madre. En esta ocasión, para tí, Eva González, por ser tan bella y tan única y tan madre con todas las personas a las que quieres.
TODOS A REGALAR FOTOGRAFÍA!! BUENOS DÍAS!! =)