Carcassonne: un sueño medieval

Hace ya algo más de un año de este viaje, pero como sabréis tuve un embarazo complicado y soy madre reciente, así que hasta hace bien poco no había editado las fotografías del viaje, y mucho menos había hecho una entrada en la web como bien merece. Ya voy teniendo algo más de tiempo porque le voy pillando el tranquillo a esto de ser mamá, que es lo mejor que me ha pasado nunca, y disfruto cada día dedicándole tiempo a mi pequeño. Y ese es mi plan hasta nuevo aviso, no tengo prisa, así que….por el momento las entradas en la web estarán bastante espaciadas =)
Carcassonne. Un lugar imprescindible para los amantes de los castillos y fortalezas. Viajar a Carcassone es pegar un salto en el tiempo. Los amantes del medievo disfrutarán como niños visitando la Cité, que es en lo que me voy a centrar por el momento en enseñaros. El resto de la ciudad tal vez en otra entrada….muy bonita pero sin duda menos impresionante que esta maravilla.

Cualquiera que viaje al sur de Francia debería guardar un hueco para visitar Carcassonne. La Cité (la parte medieval de la ciudad que está de murallas para adentro) tiene sus puertas abiertas de forma gratuíta las 24 horas del día, y es una experiencia maravillosa visitarla tanto por el día como por la noche, cuando se ilumina toda la fortaleza y en sus calles interiores se dibujan luces y sombras. Existen preciosos restaurantes para comer o cenar en el interior y un despampanante hotel para alojarse. En nuestro caso nos alojamos en un apartamento fuera de La Cité, donde podíamos verla desde la ventana. La entrada al castillo tiene un precio muy razonable, porque es un castillo enoooorme que bien puede llevarte dos o tres horas de recorrido. A mí me han cobrado más por subir a un campanario en Bélgica, por ejemplo.
Visitar Carcassonne en pleno mes de Enero tiene como ventaja que apenas hay turistas que se te cuelen en las fotos, pero como contrapartida tiene que la gran mayoría de los establecimientos hosteleros de La Cité cierran por temporada baja. Así que elegir dónde cenar está un poco más limitado. Y hace un frío que pela…pero nada que no solucione un buen abrigo y el calor de pecho ajeno ;)
Sin más, os dejo con las imágenes y mi más sincera recomendación. Me llevo un trocito de Carcassonne en las pupilas.

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