El pasado mes de Septiembre fue un mes de viajes expréss. Los días de vacaciones dan para muy poco, y a nosotros nos gusta aprovecharlos todo lo posible. Así que nos escapamos a Lleida, concretamente al Valle de Arán, en una visita que duró poco más de 72 horas.

Cataluña es una tierra desconocida para mí. Conozco Barcelona y hace demasiados años que no voy. Cuando atravesé la frontera con Francia y me fui acercando poco a poco a Lleida, el corazón ya se me empezaba a desbocar. Ver esas montañas a lo lejos, esos campos de maíz, esas contrucciones de piedra y riachuelos y estanques a los lados de la autopista me activaron el ojo fotográfico al instante. Incluso el aire olía diferente. Cada minuto que tardamos en llegar se me hizo eterno, estaba deseando bajarme del coche. Y por fín, nuestro centro de operaciones….Gausac. A tan sólo 3 kilómetros de Vielha. Esa sería nuestro hogar durante 3 días, por cortesía de un gran amigo y anfitrión. De su mano conocimos lugares como Artiga de Lin, o el Parque Nacional de Aigüestortes . Toda una experiencia caminar hasta los 2380 metros de altura a los que se encuentra el Refugio San Mauricio con su maravilloso lago. Eso sí, el patatús que casi me da por ir cargando en mi espalda con todo el equipo fotográfico, me sirve de lección para ir con menos peso la próxima vez. Gracias a aquel plátano por devolverme la vida… Salardú, las maravillosas vistas desde Baqueira y la tranquilidad y calidad de vida de esa terraza en el propio Gausac fueron otros de los lugares donde pudimos disfrutar. Sólo 72 horas contra reloj para exprimir todo lo que tiene para ofrecer la zona. Fue interesante descubrir el valle al inicio del otoño, cuando la nieve aún no había hecho acto de presencia y los colores de los árboles comenzaban a amarillear.Un espectáculo visual… Sin más, lo mejor es que disfruteis de las imágenes, y os acerqueis un poquito a estos lugares a través de mis ojos. BUENOS DÍAS! =)