Antes de publicar esta entrada pensé en varias opciones para ponerle un título. Todo se me quedaba pequeño para expresar en pocas palabras este puñado de fotos. Finalmente encontré el símil entre la explosión de color que estamos viviendo ahora mismo en La Mancha y esa cosa evidente que flota entre Raúl y Mónica y que no es otra cosa que amor. Y del amor de verdad, de ese que acelera el corazón y que hace que te brillen los ojos sin querer, de ese que te hace perder los miedos y la vergüenza, de ese que te hace reir a carcajadas…sólo pueden salir cosas como esta.

Crear visiones tan especiales como las que os ofrezco a continuación es algo sencillo cuando se cuenta con un par de modelos tan implicados como Raúl y Mónica. Permitirme colarme con mi cámara entre sus besos y abrazos, y convertirme en una cómplice de sus risas hace que el resultado explote en el pecho en cuestión de segundos. Es entonces cuando abren más los ojos, las pupilas se dilatan y sus cristalinos comienzan a brillar: les ha gustado. Y lo mejor es que a mí también. La sonrisa de oreja a oreja es ya inevitable. Gracias infinitas por compartir conmigo esas horas de foteo, esas caminatas en busca de los parajes más floridos, esas cervezas junto a un mar de amapolas,esos ratos sin rumbo por carreteras perdidas de Albacete. Está claro que la felicidad, se busca =)