Amantes de los libros: vuestro rincón en París.

Soy amante de los libros. Me apasiona leer, y adoro los libros como objeto. Me resisto a los libros electrónicos porque adoro tener un libro entre mis manos, pasar sus páginas de papel, aspirar su olor y ver cómo el paso del tiempo amarillea sus hojas. Entre sus páginas guardo alguna fotografía que utilizo como marcapáginas, la hoja seca de un árbol, o la etiqueta de la botella de alguna cerveza de importación que me haya bebido alguna vez. Me gusta marcar renglones que quiero conservar en la memoria y ver mis libros ordenados en sus repisas. Por todo esto y por más, no podía dejar de visitar Shakespeare&Company. Un lugar de culto para los amantes de los libros.

FOTOGRAFIA FOTO FRANCIA PARÍS PARIS NOTRE DAME CATEDRAL GÓTICO VIAJAR VIAJE VACACIONES LIBROS LIBRERÍA SHAKESPEARE COMPANY

En cuanto pude acercarme al centro de París, no dudé en buscar este rincón de culto para los amantes de los libros. El encuentro fue perfecto, la visión maravillosa. Incluso el gato blanco que vive allí estaba esperando en la ventana, junto a las flores de la jardinera. Todo un detalle esperar allí sentadín, es un elemento importante en la foto. Esta librería está empapada de historia en sus paredes, si queréis conocer un poquito más sobre ella podéis hacerlo pinchando aquí.Las fotografías en el interior no están permitidas en la actualidad, con objeto de no molestar a los lectores. Y es que además de librería, esta casa permite utilizar las diferentes estancias como biblioteca, y sentarse a leer en cada rincón habilitado para ello. Imaginaos una casa de dos pisos, con sus habitaciones, pero cuyas paredes están absolutamente llenas de libros, y cuyo único mobiliario se reduce a estanterías, butacones y sofás en los que sentarse a leer. Y silencio…Los lectores, inmersos en su lectura, parecen ajenos a la curiosidad de los turistas que asoman la cabeza en cada habitación, mientras ese olor a páginas amarillas te envuelve. Entendí la magia de aquel lugar inmediatamente, pero soy fotógrafa, y como tal llevo en la sangre la necesidad de capturar aquello que dilata mi pupila. Así que robé un par de rayos de luz en el interior, sin molestar a nadie, eso sí, agazapada y ajustando la exposición con ojo hábil y sobre todo, rápido. Tenía una sola oportunidad para disparar antes de que me echaran a la calle, y lo logré. Y debí hacerlo bien, porque nadie me echó. Menos mal. Hubiese sido un amargo final para una visita tan ansiada.

Tras dejar atrás este lugar tan especial, recorrimos una parte del centro de París. Tuve mi primer contacto visual con Notre Dame y sus gárgolas, paseamos por el Palais Royal y sus jardines y nos acercamos al maravilloso Pont des Arts. Hace muy poquito que el ayuntamiento de París retiró los famosos “candados del amor” y los sustituyó por unos murales coloridos y llenos de humor, cosa que me alegra muchísimo, porque aborrezco el simbolismo que representa un candado y mucho más si se asocia con el amor. El amor ha de ser libre, sin cadenas de ningún tipo.

El Pont Alexandre III es otro puente que hay que visitar. En él, la ostentosidad llega a niveles extremos, pero no sé cómo lo hacen los parisinos porque lo curioso es que resulta bellísimo. A mí no me gustan las cosas tan sobrecargadas y esplendorosas, me gustan las cosas sencillas, una de mis normas es que menos es más. Pero este puente me dejó boquiabierta por su belleza, a pesar de ser la antítesis de mis preferencias estéticas.

Hoy os he contado muchas cosas en este batiburrillo de paseo por el centro. Las horas dan para mucho cuando se tienen ganas de conocer lugares nuevos. Queda mucho, muchísimo aún, que os enseñaré en futuras entradas, así que por hoy me despido hasta la siguiente y os deseo un gran fín de semana. Aprovechad los últimos coletazos de verano, que en nada se nos va!! BUENOS DÍAS!!!

Share Button

Los comentarios están cerrados.